martes, 30 de septiembre de 2014

ROBERT RESSLER, CREADOR DE LA UNIDAD DE CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO DE FBI Y PIONERO DE LA TÉCNICA DE PERFILACIÓN CRIMINAL


Hace 3 Años recibí una carta de agradecimiento de Mark Safarik y de ROBERT RESSLER junto a dos obsequios: uno de sus libros y una de sus "Challenge Coin", la moneda que les entregan en la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI cuando resuelven cierta cantidad de casos. Este es el homenaje que le hago en mi columna de Rock & Pop al hombre que luchaba con monstruos y en cuya vida se basó la película "El Silencio de los Inocentes": Aquí 

sábado, 27 de septiembre de 2014

DANGEROUS PERSONALITIES



Mi comentario en la contratapa de la Edición Norteamericana de Dangerous Personalities, el último libro de Joe Navarro (FBI Ret.) que sale a la venta en los Estados Unidos en Octubre de 2014. Uno de los mejores que he leído, como dicen ellos "A must read"

miércoles, 24 de septiembre de 2014

AL CAPONE




La historia del célebre Alphonse Capone de las calles de Nueva York a sembrar el terror en las de Chicago, Cómo pensaba, actuaba y el final de uno de los delincuentes más famosos de la historia. Escuchá la columna acá.

* Foto FBI

REVISTA CRIMINALIDAD de la Policía Nacional e INTERPOOL Colombia


Agradezco a la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL de la Policía Nacional de Colombia el ejemplar con el artículo publicado sobre VIOLADORES SERIALES que tuve el placer de analizar y revisar previo a su publicación


EL PERFIL DE LA AMENAZA EN EL ENCUENTRO ANUAL DE SEGURIDAD DE IBM


EL PERFIL DE LA AMENAZA

Mi charla sobre Delitos y el Perfil del delincuente de Cuello Blanco Corporativo. Motivaciones, Factores de Riesgo en Fraudes y Espionaje Corporativo y ocupacional. Evento Anual de Seguridad de IBM, 23 de Septiembre de 201, Hotel Plaza, Buenos Aires

martes, 9 de septiembre de 2014

HISTORIAS POLICIALES, INVESTIGACIONES CRIMINALES Y TRANSGRESIONES DE ESCRITORES ARGENTINOS



Mi columna de hoy en Casi Famosos por Rock & Pop con las recomendaciones de libros sobre historias policiales, investigaciones criminales y transgresiones palermitanas de escritores Argentos talentosos Modus Operandi de Gaston Intelisano, Petite Mort de Matías Bragagnolo y Electrónica de Enzo Maqueira y el Bonus Track con Crímenes Exquisitos (Ed. Versátil) de Nieves Abarca y Vicente Garrido pueden escucharla nuevamente en este link

viernes, 5 de septiembre de 2014

EL CRIMINAL TE CUENTA QUIÉN ES A TRAVÉS DE SUS VÍCTIMAS


Entrevista para Cosecha Roja, Red de Periodistas Judiciales de América Latina por Julia Dominzain


“Para mí, seguir hablando de Jack el Destripador es como quedarse gritando el último gol de Mario Kempes”, dice María Laura Quiñones Urquiza, especialista en hacer perfiles de criminales. Estudió criminología y tanatología forense en la Universidad de la Policía Federal Argentina y Psicología en la Universidad Kennedy. Después se especializó en la técnica de “profiling” con Vicente Garrido, un criminólogo español. Ahora da un curso en el que enseña todo lo que le hubiera gustado que le cuenten cuando estudiaba. Es prolija, coqueta, detallista y le apasiona encontrar “esos asesinos que se salen de la norma”, identificarlos, recoger los pedazos y armar el rompecabezas.

***

Primer hecho. Una pareja tiene relaciones sexuales en un parque. Aparece un hombre por atrás: a él le destroza el cráneo con una piedra y a ella la corre a un costado y la viola una vez. Después le dice “vestite” y se va. No roba nada. Deja sus huellas. No se lleva el arma.

Segundo hecho. Un taxista va con su amante a un parque. Despliegan un mantel blanco, toman vino y se entrelazan. Aparece un hombre por atrás, a él le destroza el cráneo con una piedra, a ella la lleva a 30 metros y la viola varias veces. Después la hace vestir, incendia el taxi y roba dos celulares. La obliga a irse, ella le pide dinero y él le da una cachetada.

Tercer hecho. En una zona cercana a las anteriores aparece un tipo con la cabeza destrozada por una piedra y el pantalón bajo. No hay mujer ni violación.

Cuarto hecho. Un hombre con la cabeza deshecha por una piedra, sin pantalón, sin un zapato, sin el bolso.

Así, con una memoria meticulosa, Quiñones cuenta un caso que sirve de ejemplo de que “el crimen es un camino”.

-¿Cómo es eso?

El victimario se está buscando a sí mismo. Si bien el hombre fue rígido en el lugar y en la forma de atacar, en lo demás fue cambiando, siguió su propia dinámica. No era un violador: era un asesino serial. Casi no tenía interacción con ninguna de las víctimas, no cubrió su cara y dejó las huellas dactilares. La piedra en la cabeza es el elemento que se mantuvo siempre, se trata de un ataque relámpago y con una arma de oportunidad. Ese modo de matar tiene que ver con deshumanizar a la víctima y con la rapidez, la furia, la ira.

- En los últimos dos hechos no hay mujeres ni violación, ¿por qué?

- Con el panorama completo se sabe que no había nada de sexual. En los primeros dos asesinatos el hombre tenía el pantalón bajo porque estaba teniendo relaciones. En el tercero no, pero el criminal necesitó escenificar las anteriores y se lo bajó. Se fue encontrando. Lo detuvieron porque le dijo a un pariente: “Yo maté cuatro personas”. Ahí fue cuando se confirmó como un asesino serial.

¿Cuál es la información clave que necesita un perfilador criminal?

Los elementos claves son la escena, el modus operandi y la víctima. Preciso saber cómo se presentan la escena principal y las secundarias –en este caso, donde viola a las chicas- y hacer un estudio geográfico de la zona. Sobre la forma de operar es importante saber cuánto interactúa con la víctima, si oculta o no su identidad, la intensidad de las lesiones, la localización, la profundidad. El criminal te cuenta quién es a través de las víctimas, en las marcas de su cuerpo está la historia.

¿Qué datos hay que conocer de la víctima?

Es fundamental saber su historia, a qué se dedica y si es de alto, mediano o bajo riesgo. Es inversamente proporcional al riesgo de las víctimas. Por ejemplo: los ancianos, las prostitutas, los niños y los vagabundos son personas de alto riesgo pero, mirados desde la óptica del criminal, son de bajo riesgo porque son manipulables y vulnerables.

¿Qué métodos se utilizan para construir un perfil criminal?

Siempre se parte del método inductivo, estadístico: determinadas personas, con ciertos rasgos de personalidad, suelen cometer un tipo de crimen. Luego se completa ese esqueleto inicial con lo deductivo, juntando información. El objetivo es llegar a saber quién, por qué y para qué.

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Quiñones es la maga que cuenta el truco: “todo lo que aparece en la escena que no haya sido estrictamente necesario para la comisión del delito, es una firma de autor”. En eso hay que indagar, dice. Los perfiladores analizan fotografías, videos, estudios. “No preciso entrevistarlo personalmente porque a mí me interesa ver su conducta expresada en la escena y en la víctima”, explica.

Por eso los que van al lugar del hecho son los criminalistas, especialistas en levantar rastros, analizar huellas digitales, estudiar la balística y preservar la escena y el cuerpo. Si se trata de una violación, cuenta Quiñones, a la víctima se le pone un pañal. Las muestras se colocan en bolsas precintadas Y las manos se cubren con bolsas de papel madera.

¿Cómo es la génesis de la conducta violenta?

Si a un chico el papá le pega y le enseña que no hay que mostrar los sentimientos ni respetar a las mujeres, ¿por qué el niño no va a golpear si ha sido golpeado? ¿Por qué no va a maltratar si ha sido maltratado? ¿Cómo vamos a esperar que respete a la mujer? Alguien que delinque es un producto de la sociedad. El delito es solamente una expresión. Muchas cosas se explican a través de lo que llamamos sociopatías. Son personas que se comportan como psicópatas porque el contexto social las obliga: fueron criados en núcleos donde las conductas delictivas eran aceptadas socialmente.

¿Hay perfiles criminales específicos? ¿Qué características reúnen?

Los estafadores, por ejemplo, son personas con una conducta asociada a la ausencia de violencia y vinculada a la seducción. Cuentan algo que no son. Tienen una gran capacidad para crear un vínculo de confianza con un desconocido. La motivación no es el dinero. Bernard Madoff es un ejemplo: estafó empresas en Estados Unidos durante 40 años. Para él la plata no era lo importante, le sobraba, lo que quería era acumular cadáveres espirituales. El problema es que son delitos conocidos como “de cuello blanco” y tienen mucha aceptación social porque están relacionados con el prestigio, el estatus.

Otro identificable es el perfil del golpeador: se destacan por su gentileza y nadie cree que sean golpeadores. Hacen eso para mantener el modus vivendi. Un caso resonante fue el de Walter Vinader –el ex prefecto acusado de asesinar a Araceli Ramos-. Es un sujeto absolutamente narcisista que posa en su avatar de Facebook con un uniforme de gendarmería con un montón de condecoraciones y una presencia muy pulcra. Recuerdo que en un posteo decía: “Soy el tipo de amigo que hasta te ayudaría a esconder un cadáver. Pero si me traicionas, recuerda: sé cómo esconder un cadáver”. Ahí hay un afán por mostrar el crimen, un nuevo paradigma en lo criminal.

La nueva generación narco en México que exhibe crímenes y lujos en la web, ¿cómo se protegen de que no los encuentren?

En ese caso se pone en juego el estatus: los distintos carteles exponen el poderío para evaluar con quién pueden tejer alianzas. Los Zeta, se sabe, tienen un grupo de hackers muy de elite. Además existe el Tor Onion Router, un programa gratuito y fácil de usar que surgió a favor de la libertad de expresión en aquellos países en donde no se podía opinar libremente, y que se ocupa de bloquea la IP desde donde uno usa internet.

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Los delitos informáticos son la nueva obsesión de Quiñones. Tiene el ojo puesto sobre los criminales aggiornados, los que “mezclan el delito con la tecnología” y ponen de manifiesto “el lado B de las redes sociales”.

En Argentina, cuenta, el robo de identidad no está penado: “Una persona puede crearse un perfil falso en Facebook, contactar a un menor, desarrollar la confianza, lograr que prenda la web cam, capturar imágenes y comercializarlas en las redes de pedofilia”. Y entonces las redes son como si fueran la vida: “Un niño con Facebook sin supervisión es como dejar a tu hijo solo a las dos de la mañana en la calle”, dice.

http://cosecharoja.org/el-criminal-te-cuenta-quien-es-a-traves-de-las-victimas/

EN LA MENTE DE GRANDES CRIMINALES



Entrevista para Semanario DEMOCRACIA del Diario Crónica
http://www.cronica.com.ar/article/details/13616/en-la-mente-de-grandes-criminales

Por Cristian Re
cre@cronica.com.ar

No es un trabajo como cualquier otro por una simple razón: el objeto de análisis. Violadores, asesinos, abusadores, pedófilos, pederastas, toda esta gama de seres que generan miedo y rechazo en el común de las personas son, para María Laura Quiñones Urquiza, su modus vivendi y su pasión. Perfiladora criminal y Diplomada en Criminología, Criminalística y Derechos Humanos, es una de las profesionales más prestigiosas de nuestro país, fuente permanente de consulta, tanto en el ámbito de su especialidad como en los medios de comunicación, donde despeja dudas sobre casos criminales de resonancia.

Pero su historia es particular, ya que recorrió otros senderos hasta llegar al actual: “En realidad, creo que la vida me fue conduciendo hacia este camino que era, para mí, el menos pensado. La verdad, si bien de chica tenía un modo de pensar y de analizar cosas que no era el habitual, nunca me imaginé que éste iba a ser el camino. Yo me había preparado, hablo inglés, portugués, francés, ruso, estudié hebreo y había terminado una carrera en el exterior, que era la de Turismo Receptivo y Aviación Comercial. Cuando comienzo a trabajar de esto en una agencia de turismo, la verdad es que me parecía muy violento el ambiente de trabajo porque, en realidad, yo soy una persona muy pacífica, no me gusta la violencia, no me interesan las novelas de terror, no consumo películas de terror ni policiales, todo eso no me atrae. Luego comencé a estudiar psicología y, en cuarto año, faltándome muy poco, me di cuenta de que la neurosis, el atender personas, la clínica, no era lo que a mí me interesaba. Lo que sí me resultaba interesantísimo era la parte psiquiátrica que tenía que ver con alteraciones mentales, y más aquellas alteraciones que eran extrañas y que tenían que ver con impulsos agresivos, violentos, delictivos, homicidas, criminales…”.

La clasificación de “violenta” que le dio a su profesión de turismo está sustentada en que “era muy competitiva entre mis pares y yo no tengo una mentalidad así. Lo loco es que tengo cierta naturalización de los hechos que analizo. Siento que ahí adentro puedo moverme como un pez en el agua. Hay conductas delictivas que a mí mucho no me interesan, como los secuestros, el narcotráfico o la narcocriminalidad, que es interesante, pero que a mí no me atrae hacer investigación sobre eso. Otro ejemplo es el terrorismo. Lo que sí me interesa es violencia criminal, lo que tiene que ver con delitos sexuales con adultos, con niños, los homicidios, delitos informáticos, que para mí es apasionante porque sale de la regla”.

SU LUGAR EN EL MUNDO

Mientras intentaba satisfacer su curiosidad, María Laura encontró el lugar indicado para desplegar toda su innata capacidad de análisis y razonamiento: “Por cosas de la vida, un día paso por la Universidad de la Policía Federal –yo ya era fana de Osvaldo Raffo y de Hugo Marietán- y pregunto sobre la diplomatura en Criminología. Me aceptan, ingresé y me pasó que en cada ejercicio de criminalística, criminología y derechos humanos era felicitada, algo que nunca me había pasado. Eso me parecía raro. Al tiempo, hago un curso que dictaba Vicente Garrido Genovés, uno de los criminólogos más prestigiosos y brillantes de Europa, con la Universidad de Valencia, y era un curso de perfilación criminal. Entonces, cuando había que entregarle la tarea y los ejercicios, Vicente me decía ‘no sé para qué me los das, si nunca puedo corregirte nada’. Yo pensaba que me lo decía en un tono gracioso, que me estaba cargando, hasta que un día me pregunta si podemos escribir un libro juntos. Tuve la oportunidad de dar conferencias en Europa, en Latinoamérica y colaborar en investigación criminal".

Leé la nota completa en la edición impresa del semanario Democracia de esta semana.